Argentina venció a Italia con un golazo, sigue con el puntaje ideal y reafirmó su candidatura en el Mundial
Necesitaba Argentina un partido de este calibre: un duelo con una potencia, la otra invicta del grupo, para reafirmar su candidatura en un Mundial Sub 20 de Chile en el que selecciones como España...
Necesitaba Argentina un partido de este calibre: un duelo con una potencia, la otra invicta del grupo, para reafirmar su candidatura en un Mundial Sub 20 de Chile en el que selecciones como España, Francia y la propia Italia –tercera en la clasificación europea– habían dejado puntos en el camino. Un torneo en el que Brasil, campeón del Sudamericano, se despidió inesperadamente en la primera ronda, y en el que el equipo dirigido por Diego Placente había mostrado, más allá de algún desacople, señales de ser el candidato más sólido al título.
Aunque le costó entrar en ritmo, Argentina terminó mostrando por qué acapara las miradas y es, después del anfitrión, el equipo que más boletos corta: ganó por 1 a 0 con un golazo de Dylan Gorosito, terminó primera en su grupo y ahora espera rival para los octavos de final. Ese adversario se definirá este domingo y será el tercero de la zona B (Corea del Sur), de la E (Sudáfrica o Francia) o de la F (Nigeria, Colombia, Noruega o Arabia Saudita).
Frente a Cuba en el debut, la selección albiceleste había dado una prueba de carácter al ganar jugando con un hombre menos desde los diez minutos. En el segundo partido, con otro esquema y otros nombres, mostró su superioridad al despachar por 4-1 a Australia, campeón de la Copa Asiática, aunque no se trataba de un rival de los más exigentes. Pero la prueba de fuego era este partido con la Azzurra: si bien el equipo ya estaba clasificado, el compromiso le servía para medirse con un oponente de jerarquía, Italia, en el primer enfrentamiento con un equipo europeo desde el Mundial de 2019, cuando Argentina venció por 2 a 0 a Portugal.
La selección se enfrentó con un adversario distinto, de otra envergadura: los futbolistas italianos eran más altos (1,84 metros de promedio, contra 1,79), fuertes y ágiles, y entre ellos, tres de ascendencia africana –Javison Idele, Alvin Okoro e Ismael Konate– imponían presencia en cada pelota. Desde los primeros minutos Argentina se mostró incómoda: la Azzurra llegaba antes a las pelotas divididas, ganaba el cuerpo a cuerpo y mostraba solidez en el juego aéreo, aunque sin generar peligro. Y cuando comenzó a lloviznar en Valparaíso, la diferencia de velocidad entre ambos equipos se hizo más evidente.
Aun así, la primera acción de riesgo fue de Argentina, con un remate de Julio Soler que dio en el travesaño. Cerca del final del primer tiempo, Italia vulneró el arco albiceleste mediante Lorenzo Riccio, pero el gol fue anulado por una infracción previa de Francesco Verde al ex defensor lateral de Lanús. El aviso fue claro: Italia generaba peligro por las bandas y llegaba con muchos jugadores, mientras Argentina concedía ciertas licencias en la pelota quieta y al momento de despejar en el área.
El cuadro albiceleste no tuvo en una buena noche a sus figuras más destacadas, las del tridente surgido en Vélez: Álvaro Montoro, Maher Carrizo y Alejo Sarco. Al enganche le costó ser la manija del equipo frente a un rival disciplinado tácticamente, ordenado en los relevos y en las transiciones. El extremo mostró la velocidad de siempre, pero estuvo bien controlado por su sector. Y el 9, máximo goleador del torneo, con tres tantos –al igual que Benjamín Cremaschi, de Estados Unidos, y Gilberto Mora, de México–, no tuvo situaciones claras para definir. El punto más alto fue otro pibe de La Fábrica, Tobías Andrada, que jugó y batalló en el medio junto a otro puntal del equipo: Milton Delgado, el chico que perdió terreno en Boca tras la llegada de Leandro Paredes.
Argentina jugó más suelta en la segunda mitad. Juntó pases y fue más precisa, aunque le costó generar peligro más allá de los tres cuartos de cancha. Italia, urgida de un triunfo para terminar primera en la zona, también salió decidida, pero se mantuvo demasiado fiel a su libreto y careció de un jugador capaz de romper líneas en los últimos metros. Eso mismo encontró Placente con el ingreso de Ian Subiabre por Sarco, y entonces pasó a Carrizo a jugar de 9, posición que había ocupado en el Sudamericano tras la rotura de ligamentos de Agustín Ruberto.
En la primera llegada a fondo, Santino Andino desbordó y puso un centro en el corazón del área chica, que Carrizo casi convirtió con la punta de un botín. Más adelante, con la entrada de Mateo Silvetti, el delantero de Inter Miami quedó como único punta. Pero quien realmente desniveló fue Dylan Gorosito, que ingresó junto a Subiabre y firmó uno de los mejores goles del torneo: recibió en tres cuartos, superó a dos rivales en velocidad –el último, caño incluido– y definió a pie abierto contra un palo. Un tanto espectacular del defensor lateral de Boca, que jugó 45 minutos en la primera división en 2024 y, curiosamente, no es titular en la reserva y a veces ni siquiera es convocado.
Compacto de Argentina 1 vs. Italia 0Argentina cerró la zona con el puntaje ideal y como firme aspirante al campeonato, pero el miércoles comenzará otro torneo. Ante Italia mostró una faceta distinta: sufrió frente a un equipo de fuste, fue a buscar el triunfo en el segundo tiempo y encontró su recompensa. Un premio al esfuerzo de estos chicos que, una vez más, ilusionan con la posibilidad de conquistar la séptima estrella para el país en la categoría.